Alejandra Hernández Di Bartolomei - Psicóloga

Alejandra Hernández Di Bartolomei - Psicóloga
Terapia de Pareja

sábado, 13 de mayo de 2017

En Hogarmanía Magazine respondo a algunas preguntas frecuentes sobre la Pareja, os invito a leerlo:

¿Han evolucionado las relaciones de pareja respecto a hace 10-20 años?
Creo que en los últimos años las expectativas sobre la relación de pareja han aumentado enormemente. Se le pide a la pareja prácticamente todo: romance, compromiso, una sexualidad perfecta, compañerismo, contención, apoyo, estabilidad y al mismo tiempo se le pide novedad, “maripositas en el estómago”. Debido esta idealización de la relación de pareja no se tiene en cuenta que es normal que aparezcan conflictos, discusiones, y que “desenamorarse” un poco es una etapa normal y sana de la construcción de la vida en común.

¿Cómo podemos cuidar nuestra relación de pareja y evitar la monotonía?
Cultivando la atención. Esto es no dar por sentado a mi pareja. Mirarla, mirarla de verdad, como si fuese algo nuevo en mi vida. No creer que “ya lo conozco”. Ver lo que nos gusta de nuestra pareja y decírselo aunque nos parezca que es algo evidente. Buscar momentos para compartir, comunicarse, contarse las cosas del día, darse apoyo. Preguntarle y escucharle con atención. Poner ideas en común y llegar a acuerdos sobre los problemas que van surgiendo. Cuidar las formas, evitar reproches y juicios. Tener proyectos comunes y aprender algo nuevo juntos son otros componentes que también ayudan a mantener la ilusión.

¿Qué aspectos no debemos consentir dentro de una relación de pareja?
Hay líneas rojas que no se pueden atravesar: el excesivo control y celos, los insultos y subidas de tono permanentes, sobre todo si son delante de los hijos; las descalificaciones en público y en privado, y por supuesto la agresión física.
Una educación para las relaciones sería la mejor forma de prevención, comprender que la pareja tiene un “ciclo vital”, cabios de etapa que hay que conocer para afrontarlos creativamente. Este último tiempo empiezan a llegar a mi consulta parejas que llevan poco tiempo de relación que quieren modificar patrones de comportamiento perjudiciales. Con ellos es más fácil trabajar porque es una labor más didáctica que de reparación, no vienen tan dañados y a veces unas pocas sesiones, un simple cambio de perspectiva, les ayuda a mejorar mucho, sobre todo la comunicación que es un pilar fundamental para vivir el amor con plenitud.
Hay muchas relaciones que comienzan con expectativas desmesuradas o irreales: esperamos que la otra persona nos proporcione la autoestima, la seguridad, la valoración que no hemos desarrollado hacia nosotros mismos. Además nos comunicamos mal, con exigencias, reproches, silencios monolíticos. Todo esto nos garantiza alejar más a nuestra pareja de nosotros y desde luego no motivarle a que nos dé lo que le pedimos. Otra forma de garantizarnos sufrimiento y ruptura es pensar que el tiempo arregla las cosas, suele ser justo al contrario.

¿Qué porcentaje de importancia tiene en una relación el sexo?
Tiene la importancia y el lugar que cada pareja en concreto quiera darle. No hay fórmulas universales. Lo importante es que ambos encuentren un equilibrio para satisfacer las necesidades de cada uno en ese aspecto. Para ello se necesita una gran cantidad de escucha, respeto, comunicación, y entender la sexualidad de una forma amplia que incluya el placer del contacto, las caricias, la conexión profunda e íntima con el otro y que no se limite a un “sexo por objetivos” donde el éxito se reduzca a la penetración y el orgasmo o a “cumplir” con una frecuencia determinada.

¿La gestión de momentos complicados a nivel emocional, laboral o familiar ayuda a fortalecer la pareja?
Son situaciones que ponen a prueba los recursos personales de afrontamiento y suelen mostrar de qué pie cojea cada uno; pero desde luego son experiencias que, bien llevadas, sabiendo gestionarlas de una forma positiva con una buena comunicación, fortalecen y unen más a la pareja.

¿Cómo afecta la llegada de los hijos a las relaciones de pareja?
Suele ser un momento de crisis. Vienen a mi consulta entre uno y dos años después del nacimiento de un hijo porque aparecen muchas discrepancias sobre las pautas a seguir en la crianza, o por la intrusión de las familias de origen, que han derivado en fuertes discusiones. Los roles han cambiado, las responsabilidades se multiplican, el tiempo escasea y hay estrés y falta de sueño…¡pero las expectativas siguen siendo las mismas! que mi pareja me apoye, me atienda, esté sexualmente igual de disponible que antes, que ponga límites a su familia, que haga las cosas como yo espero que las haga... en fin, una etapa difícil.
En general muchas mujeres viven la tensión y autoexigencia de “ser una buena madre” y además desean disfrutar del bebé. Se sienten incomprendidas y agobiadas por la demanda de volver a “ser pareja” _sobre todo en el aspecto sexual_ y por la dificultad de conciliar la maternidad con su trabajo o proyectos profesionales.
Los hombres, en cambio, viven la decepción de verse desplazados, de no sentirse valorados ni entender qué necesita su pareja que se queja de forma constante (“parece que no hago nada bien”). Esto les puede llevar a una conducta escapista de evitación del conflicto. Esta reacción refuerza vivencias de soledad y abandono en la pareja quien aumenta sus quejas en un intento fallido de acercamiento. Es la pescadilla que se muerde la cola.
La Terapia de Pareja ayuda a cortar con este círculo vicioso para convertirlo en un “círculo virtuoso” donde cada uno entiende mejor el sentir del otro y sus propios sentimientos, y se predispone mejor a implementar soluciones en vez de seguir alimentando el conflicto.

¿Somos su espejo de cara a sus relaciones futuras?
Desde luego somos una referencia para nuestros hijos en muchas de sus conductas. El primer modelo de pareja que conocemos es el de nuestros padres. Este modelo y la relación que vivimos con cada uno de ellos condiciona de forma inconsciente el tipo de pareja que buscamos y la base de la relación que establecemos con ella.

¿Las parejas acuden a las terapias?
Creo que cada vez es un recurso más considerado para resolver conflictos y recuperar el amor. Sobre todo las parejas con hijos son especialmente conscientes de que les merece la pena intentar solucionar sus dificultades con una ayuda externa cuando se ven al borde de la separación. Cuando han dejado pasar demasiado tiempo y se han acumulado mucha heridas y resentimientos esto es más trabajoso.

¿Qué perfil de personas acuden?
Mayormente acuden a terapia parejas entre los 30 y 40 años con niños pequeños ya que en los primeros años de crianza se producen muchas discusiones debidas a las expectativas no cumplidas y cambios de rol. También cuando se ha producido una infidelidad para que les ayude a superarlo. O parejas jóvenes que inician una relación y empiezan a observar dificultades en la comunicación, que desean aprender a comunicarse mejor.

¿Qué trabajáis en las sesiones?
Comenzamos por definir juntos unos objetivos alcanzables. Los ayudo a descubrir la dinámica que han establecido que produce el bloqueo en el que están y a desarrollar una actitud constructiva. Además de aprender una nueva manera de escucharse mutuamente, y una nueva forma de expresión basada en la comunicación empática, también hago hincapié en que aprendan a comprenderse a sí mismos, a detectar y expresar mejor lo que necesitan, a mirar qué aspectos no resueltos de sus vidas están afectando en la relación y cómo atenderlos. A veces veo la necesidad de alternar reuniones conjuntas con sesiones individuales, para trabajar lo personal que esté afectando en la relación.  
También hay espacios dedicados a retomar el contacto y la conexión además de otras pautas como tareas a realizar cuando se van a casa.

¿Qué claves son necesarias para que una pareja salga adelante tras las sesiones?
Además del amor que se tengan, la actitud constructiva, la paciencia y la flexibilidad, el compromiso y la perseverancia. Es un trabajo cotidiano que no se hace por sí solo. Hay que seguir practicando lo aprendido en Terapia, ponerlo en la agenda, dedicarse momentos especiales solo para la pareja, para cuidar la relación y mantener la ilusión.


ALEJANDRA HERNÁNDEZ DI BARTOLOMEI
Psicóloga - Terapeuta de Pareja


ENLACES:

Mi Blog de Psicología Transpersonal: http://alejandrahernandezterapiagestalt.blogspot.com.es